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viernes, 10 de noviembre de 2023

Bibliografía Isaac Newton y sus aportes a las matemáticas y la física

 

ISAAC NEWTON


Nació: nació el 25 de diciembre de 1642 (según el calendario juliano), 4 de enero 1643 (calendario gregoriano), en Woolsthorpe, una aldea en el condado de Lincolnshire, Inglaterra.

Padres: Hijo póstumo, vino al mundo prematuramente tres meses después de la muerte de su padre, también llamado Isaac Newton, un próspero granjero analfabeto. Su madre Hannah Ayscough, se volvió a casar cuando Newton tenía tres años, yéndose a vivir con su nuevo marido, el reverendo Bernabé Smith, dejando al pequeño Isaac al cuidado de su abuela, Margery Ayscough.

Áreas de conocimiento: Física, matemáticas, astronomía, teología, alquimia

Muerte: 31 de marzo de 1727, Kensington, Londres, Reino Unido

Es el más grande de los astrónomos ingleses; se destacó también como gran físico y matemático. Fue en realidad un genio al cual debemos el descubrimiento de la ley de gravitación universal, que es una de las piedras angulares de la ciencia moderna.

Generalizó los métodos que se habían utilizado para trazar líneas tangentes a curvas y para calcular el área encerrada bajo una curva, descubriendo que los dos procedimientos eran operaciones inversas. Uniéndolos en lo que llamó el método de las fluxiones.

Durante su primer año de estudios, y probablemente por primera vez, leyó una obra de matemáticas sobre la geometría de Euclides, lo que despertó en él el deseo de leer otras obras. Parece también que su primer tutor fue Benjamin Pulleyn, posteriormente profesor de griego en la Universidad. En 1663, Newton leyó la Clavis mathematicae de Oughtred, la Geometría de René Descartes de Van Schooten, la Óptica de Kepler, la Opera mathematica de Vieta, editadas por Van Schooten y, en 1644, la Aritmética de Wallis que le serviría como introducción a sus investigaciones sobre las series infinitas, el teorema del binomio, ciertas cuadraturas. También a partir de 1663 Newton conoció a Barrow, quien le dio clase como primer profesor lucasiano de matemáticas. En la misma época, Newton entró en contacto con los trabajos de Galileo, Fermat, Huygens y otros, a partir probablemente de la edición de 1659 de la Geometria de Descartes por Van Schooten.

Desde finales de 1664, Newton parece dispuesto a contribuir personalmente al desarrollo de las matemáticas. Aborda entonces el teorema del binomio, a partir de los trabajos de Wallis, y el cálculo de fluxiones. Después, al acabar sus estudios de bachiller, debe volver a la granja familiar a causa de una epidemia de peste bubónica. Retirado con su familia durante los años 1665-1666, conoce un período muy intenso de descubrimientos: descubre la ley del inverso del cuadrado, de la gravitación, desarrolla su cálculo de fluxiones, generaliza el teorema del binomio y pone de manifiesto la naturaleza física de los colores. Sin embargo, Newton guarda silencio sobre sus descubrimientos y reanuda sus estudios en Cambridge en 1667.

De 1667 a 1669, emprende activamente investigaciones sobre óptica y es elegido fellow del Trinity College. En 1669, Barrow renuncia a su cátedra lucasiana de matemáticas y Newton le sucede y ocupa este puesto hasta 1696. El mismo año envía a Collins, por medio de Barrow, su Analysis per aequationes numero terminorum infinitos. Para Newton, este manuscrito representa la introducción a un potente método general, que desarrollará más tarde: su cálculo diferencial e integral.

En 1672 publicó una obra sobre la luz con una exposición de su filosofía de las ciencias, libro que fue severamente criticado por la mayor parte de sus contemporáneos, entre ellos Robert Hooke (1638-1703) y Huygens, quienes sostenían ideas diferentes sobre la naturaleza de la luz. Como Newton no quería publicar sus descubrimientos, no le faltaba más que eso para reafirmarle en sus convicciones, y mantuvo su palabra hasta 1687, año de la publicación de sus Principia, salvo quizá otra obra sobre la luz que apareció en 1675.

Desde 1673 hasta 1683, Newton enseñó álgebra y teoría de ecuaciones, pero parece que asistían pocos estudiantes a sus cursos. Mientras tanto, Barrow y el astrónomo Edmond Halley (1656-1742) reconocían sus méritos y le estimulaban en sus trabajos. Hacia 1679, verificó su ley de la gravitación universal y estableció la compatibilidad entre su ley y las tres de Kepler sobre los movimientos planetarios.

Newton descubrió los principios de su cálculo diferencial e integral hacia 1665-1666, y durante el decenio siguiente elaboró al menos tres enfoques diferentes de su nuevo análisis. Desde 1684, su amigo Halley le incita a publicar sus trabajos de mecánica, y finalmente, gracias al sostén moral y económico de este último y de la Royal Society, publica en 1687 sus célebres Philosophiae naturalis principia mathematíca. Los tres libros de esta obra contienen los fundamentos de la física y la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría pura.

En 1687, Newton defendió los derechos de la Universidad de Cambridge contra el impopular rey Jacobo II y, como resultado tangible de la eficacia que demostró en esa ocasión, fue elegido miembro del Parlamento en 1689, en el momento en que el rey era destronado y obligado a exiliarse. Mantuvo su escaño en el Parlamento durante varios años sin mostrarse, no obstante, muy activo durante los debates. Durante este tiempo prosiguió sus trabajos de química, en los que se reveló muy competente, aunque no publicara grandes descubrimientos sobre el tema. Se dedicó también al estudio de la hidrostática y de la hidrodinámica además de construir telescopios.

Después de haber sido profesor durante cerca de treinta años, Newton abandonó su puesto para aceptar la responsabilidad de Director de la Moneda en 1696. Durante los últimos treinta años de su vida, abandonó prácticamente sus investigaciones y se consagró progresivamente a los estudios religiosos. Fue elegido presidente de la Royal Society en 1703 y reelegido cada año hasta su muerte. En 1705 fue hecho caballero por la reina Ana, como recompensa a los servicios prestados a Inglaterra.

Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la desgraciada controversia, de envergadura internacional, con Leibniz a propósito de la prioridad de la invención del nuevo análisis, Acusaciones mutuas de plagio, secretos disimulados en criptogramas, cartas anónimas, tratados inéditos, afirmaciones a menudo subjetivas de amigos y partidarios de los dos gigantes enfrentados, celos manifiestos y esfuerzos desplegados por los conciliadores para aproximar a los clanes adversos.

Después de una larga y atroz enfermedad, Newton murió durante la noche del 20 de marzo de 1727, y fue enterrado en la abadía de Westminster en medio de los grandes hombres de Inglaterra

Aportes a las matemáticas

Newton concibió dos conceptos matemáticos revolucionarios: el de derivada e integral. La derivada se relaciona con la evolución en el tiempo de magnitudes como la velocidad y la aceleración. Es una tasa de cambio instantánea, que indica de qué manera (cómo de rápido) se están modificando las magnitudes. En geometría, la derivada permite calcular las pendientes de curvas y, en consecuencia, la recta tangente a una curva dada.

Por otro lado, la integral se emplea para calcular áreas y volúmenes, así como encontrar centros de gravedad de cuerpos. Lo sorprendente es que ambas nociones están relacionadas por una de las más bellas expresiones de las matemáticas, el teorema fundamental del cálculo infinitesimal, que afirma que la derivación y la integración son operaciones inversas; es decir, al aplicarlas sucesivamente se vuelve al valor de inicio.

En 1669 Newton entregó a su mentor, Isaac Barrow, un manuscrito, De analysi per aequationes numero terminorum infinitas, en el que aparecen por primera vez las bases del nuevo cálculo diferencial. En él, Newton expone un método aproximado para resolver ecuaciones, hoy llamado método de Newton-Raphson y enuncia y demuestra una fórmula para calcular para el área encerrada por una parábola generalizada. Esta expresión ya había sido hallada antes por otro matemático inglés, John Wallis (1616-1703), pero la novedad introducida por Newton radicaba en las técnicas usadas, que él llamaba “método de las fluxiones” y el “método del inverso de las fluxiones”.

 

Aportes a la física

Las tres leyes de Newton o las leyes de la dinámica asentaron las bases de la física, pues permitían explicar las fuerzas que regían el comportamiento mecánico de los objetos. Las leyes son las siguientes:

Primera ley: Ley de la Inercia

Esta ley postula que todo cuerpo permanece en estado de reposo (sin movimiento) de forma indefinida a no ser que otro objeto ejerza una fuerza sobre él.

Segunda ley: Ley fundamental de la Dinámica

Esta ley afirma que la aceleración que adquiere un cuerpo es directamente proporcional a la fuerza que otro cuerpo ejerce sobre él.

Tercera ley: Ley de Acción y Reacción

Esta ley establece que cuando un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo cuerpo, este ejerce sobre el primero una fuerza de igual magnitud, pero en sentido opuesto a la que ha recibido.

La ley de gravitación universal es un principio físico que describe la atracción que se produce entre todos los cuerpos con masa.

Cualquier cuerpo con masa ejerce una fuerza de atracción, pero los efectos de esta fuerza son más notorios cuando estos objetos son de un tamaño masivo, como los cuerpos celestes. La ley de la gravedad explica que los planetas giren alrededor del Sol y que como más cerca de ellos estén, mayor sea la fuerza de atracción, lo que implica que la velocidad de la traslación sea mayor.

También explica que la luna gire alrededor de la Tierra y que nos sintamos atraídos hacia el interior de la Tierra, es decir, que no estemos flotando.

 

Biografía Rene Descartes y sus aportes a la Geometría y a la Algebra


RENE DESCARTES

Nacimiento: nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye-en-Touraine (actualmente La Haye-Descartes), (Francia).

Padres: Hijo de Joachim Descartes y Jeanne Brochard. Se crio en el seno de una familia de funcionarios. Su progenitor fue consejero del Parlement de Bretaña. Su madre murió un mes después de su nacimiento, de la que heredó una fortuna que le permitió vivir con independencia económica.

Áreas de conocimiento: científico, matemático y filósofo francés

Muerte: falleció el 11 de febrero de 1650 en Estocolmo, Suecia, de una enfermedad respiratoria, que probablemente fue pulmonía.

Estudio derecho, pero se interesó por las matemáticas y la física

Filósofo y matemático francés considerado padre de la geometría analítica y uno de los fundadores de la filosofía moderna. Reconocido por su obra filosófica, que incluía la famosa declaración «Cogito, ergo sum» (Pienso, luego existo). Sus vastas contribuciones a los campos de las matemáticas y la filosofía ayudaron a impulsar el conocimiento occidental.

En 1606 ingresa en el colegio de jesuitas de La Flèche –«una de las escuelas más célebres de Europa», como reconocerá años más tarde–, donde comienza sus estudios. De su estancia en La Flèche, donde permaneció hasta 1614, proviene la atracción e interés por las matemáticas.

En 1616 obtiene la Licenciatura en Derecho en Poitiers. Después de estos años de formación, reconoce sentirse confundido y descontento de la enseñanza recibida y se dedica a estudiar por su cuenta y a viajar por diversos países.

 En 1618 se enrola en el ejército del Príncipe Mauricio de Nassau y parte hacia los Países Bajos, donde entabla amistad con el matemático Isaac Beeckman, a quien dedica su primera obra, un Compendio de Música.

Al año siguiente, Descartes se encuentra en Alemania, alistado en el ejército de Maximiliano de Baviera. Allí, en la noche del 10 de noviembre de 1619 tuvo tres sueños que anota e interpreta en un diario personal que titula Olympica; en ellos entrevé el camino que conduce al fundamento de la ciencia mediante la aplicación de un método similar al de las matemáticas. Durante nueve años se ocupa en experimentar y precisar el verdadero método, que expone en las Regulae ad directionem ingenii, obra inacabada, compuesta entre 1628 y 1629, y que contiene en germen lo fundamental de su pensamiento.

En 1628, tras vender sus propiedades en Francia, partió a Holanda, donde vivió en diferentes ciudades, Ámsterdam, Deventer, Utrecht y Leiden. Fue por entonces cuando escribió Ensayos filosóficos, que fue publicada en 1637. Esta está compuesta de cuatro partes: un ensayo sobre geometría, otro sobre óptica, un tercero sobre meteoros y el último, el Discurso del método, que describía sus especulaciones filosóficas.

A este le siguieron, entre otros ensayos, Meditaciones metafísicas (1641; revisado 1642) y Los principios de la filosofía, (1644). El último volumen fue dedicado a la princesa Elizabeth Stuart de Bohemia, que vivió en los Países Bajos y con la que mantenía una gran amistad.

Trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia, y en concreto de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció: "En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la aritmética y la geometría". Por este motivo dudó de todo hasta haber establecido las razones para creerla.

Aportes a la Geometría y la Algebra

Fue el primero en demostrar las relaciones entre las líneas rectas y las curvas y las ecuaciones matemáticas. Así, nació la geometría analítica, que se define de la siguiente manera: «Rama de la geometría que representa curvas y figuras geométricas mediante expresiones algebraicas en un sistema de coordenadas»

En La Géométrie, propuso unir el álgebra con la geometría en una sola disciplina, dando origen a la geometría analítica.

Al unir el álgebra con la geometría, pudo expresar las formas geométricas en ecuaciones y viceversa.

Según las personas estudiosas de la época, la idea no sólo fue novedosa y un extraordinario avance matemático, porque sentó las bases para el desarrollo de otras ramas de las matemáticas, como el cálculo desarrollado por Newton y Leibniz.

Durante sus estudios, la geometría dominante era la euclidiana con el uso de la regla y el compás para resolver los problemas.

Su método funcionó y resultó más práctico, gracias a que la geometría analítica representa el conjunto de soluciones de una ecuación de dos variables, “x” y “y”, mediante una línea en el plano.

La geometría analítica fue un poderoso instrumento de resolución para los problemas geométricos que utilizan como herramienta básica el álgebra.

En esta nueva geometría, los puntos del plano se identifican con pares de números llamados coordenadas (x, y).

Un sistema de coordenadas es: cada par de números indica la posición de un punto con respecto a dos rectas perpendiculares fijadas, que llevan el nombre de coordenadas: el eje de las “x” o “eje de las abscisas”, y el eje de las “y” o “eje de las ordenadas”.

Es decir, cada par de coordenadas (x, y) especifica un punto único en el plano, y cada punto en el plano está dado por un único par de coordenadas. La geometría analítica es, por tanto, una relación entre el álgebra y la geometría que asocia pares de números a puntos y ecuaciones a curvas. La geometría analítica tiene por objetivo representar figuras geométricas con ecuaciones; las ecuaciones de la recta y la parábola pueden ser trazadas en un plano que ya se conoce. Desde luego, también pueden trazarse otros elementos de la geometría, como esferas o cilindros, aunque puede sonar complejo. Por ello, también se le nombra “geometría cartesiana”.

Personajes célebres y sus aportes a las matemáticas

 

Personajes célebres y sus aportes a las matemáticas

Hace aproximadamente 3.000 años, los griegos comenzaron a buscar explicaciones racionales a fenómenos naturales y sentaron las bases de la geometría y la aritmética. Destacaron figuras como Pitágoras o Téano, la primera mujer matemática de la historia (y esposa de Pitágoras). Pitágoras fue uno de los grandes maestros matemáticos de la antigua Grecia. 


Varios siglos después, el matemático griego Eratóstenes llegó a calcular el diámetro de nuestro planeta utilizando únicamente un palo clavado en el suelo y un cálculo con regla de tres. ¡Incluso varios siglos antes de que se probase que la Tierra era redonda!

La prueba médica TAC (Tomografía axial computarizada), el almacenamiento de datos en los teléfonos móviles o los ecualizadores de la industria musical funcionan gracias al trabajo matemático desarrollado por el francés Joseph Fourier a principios del siglo XIX. El científico, que trabajó personalmente para Napoleón, es conocido por su aportación a la termodinámica inspirándose en fenómenos de la naturaleza.

Con tan solo 23 años de edad, un joven Isaac Newton desarrolló en un brevísimo período de tiempo teoremas como el cálculo diferencial e integral, que no solo revolucionaron la ciencia de su época (1642-1727), sino que se siguen enseñando y aplicando hoy día en muy diversos y fundamentales campos del conocimiento.

Por muy exactas que sean las matemáticas, llegaron a un punto de estancamiento a principios del siglo pasado con el debate sobre la infinidad, la completitud y la consistencia de los teoremas. Entre quienes resolvieron este dilema se encuentran figuras de la talla de Kurt Gödel o Alan Turing.

Ser una mujer judía y tener aspiraciones científicas en la Alemania de principios de siglo XX le supuso muchas dificultades a Emmy Noether, pero no impidió que se convirtiese en una de las mayores figuras matemáticas de la época. Pese a que se le negó el acceso a la universidad, acabó por formular teoremas fundamentales para entender la relatividad.

Durante siglos, muchos procesos físicos que sucedían en la naturaleza se clasificaron como aleatorio, pero científicos de distintos campos se dedicaron a estudiar la predecibilidad de estos fenómenos con el objetivo de predecirlos. Gracias al estudio de sistemas dinámicos, se acuñaron términos como el efecto mariposa, la herradura de Smale,  o la constante de Feigenbaum, que todavía se utilizan para describir el sistema del caos, en el que variaciones ínfimas producen resultados totalmente desproporcionados. La predicción del caos fue objeto de estudio de Poincaré, Lorenz.

El francés René Descartes es sobre todo conocido por su aportación a la filosofía. Fue el padre del racionalismo y del principio “pienso, luego existo” y uno de los impulsores de la filosofía moderna. Sin embargo, la aportación del autor a las matemáticas y la física merece una mención especial. Su trabajo en geometría culminó con la creación de los ejes cartesianos e incluso fue convocado por la corte sueca para desarrollar su trabajo. Descartes vivió en una época de desarrollo científico y de pensamiento.

Alejandría fue uno de los centros intelectuales más importantes del mundo antiguo. La mezcla de culturas, el museo y la biblioteca y la congregación de sabios de distintos campos  hicieron de la ciudad un referente en el saber a nivel mundial. Allí vivió Euclides, el considerado padre de las matemáticas y autor de uno de los libros más influyentes de la historia, Elementos, del que durante muchos años bebieron los matemáticos modernos y que sentó las bases de la geometría.  

De la misma forma que Alejandría, Bagdad fue otro importante punto de reunión de sabios y pensadores del mundo árabe. Al-Juarismi desarrolló allí las bases del álgebra al heredar la creación del cero por parte de los indios. Además, en honor a su nombre llamamos a los algoritmos. Al Juarismi fue el creador de las ecuaciones y los logaritmos 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

Historia de las matemáticas

 

Historia de las matemáticas

El surgimiento de las matemáticas en la historia humana está estrechamente relacionado con el desarrollo del concepto del número, proceso que ocurrió de manera muy gradual en las comunidades humanas primitivas. Aunque disponían de una cierta capacidad de estimar tamaños y magnitudes, no poseían inicialmente una noción de número. Así, los números más allá de dos o tres, no tenían nombre, de modo que utilizaban alguna expresión equivalente a "muchos" para referirse a un conjunto mayor.

El siguiente paso en este desarrollo es la aparición de algo cercano a un concepto de número, aunque muy básico, todavía no como entidad abstracta, sino como propiedad o atributo de un conjunto concreto. Más adelante, el avance en la complejidad de la estructura social y sus relaciones se fue reflejando en el desarrollo de la matemática. Los problemas a resolver se hicieron más difíciles y ya no bastaba, como en las comunidades primitivas, con solo contar cosas y comunicar a otros la cardinalidad del conjunto contado, sino que llegó a ser crucial contar conjuntos cada vez mayores, cuantificar el tiempo, operar con fechas, posibilitar el cálculo de equivalencias para el trueque. Es el momento del surgimiento de los nombres y símbolos numéricos.

Suposiciones de historiadores indican que el origen de llevar una contabilidad se remonta a 35.000 años atrás, en Suazilandia, el objeto conocido como el hueso de Ishango o el hueso Lebombo, éste último un peroné de babuino con 29 marcas que supuestamente hace referencia al ciclo menstrual de una mujer, esta suposición se debe a que fueron encontrados más elementos con una cantidad de marcas similares.

Los registros matemáticos que existen de la civilización egipcia datan del año 5.000 a.C. y no sólo se registran operaciones matemáticas básicas, sino que los egipcios ya podían resolver ecuaciones, realizar cálculos sobre figuras geométricas, e incluso contaban con la capacidad de dibujar formas espaciales, tales como las pirámides. Esta cultura avanzó de forma considerable en el uso y aplicación de la geometría, calculando de forma muy precisa el área de triángulos, rectángulos y trapecios. Y como habíamos mencionado, también habían logrado avances en el cálculo de volúmenes de cilindros, ortoedros y obviamente las pirámides. Los egipcios utilizaron un sistema de base decimal, muy similar al que usaron los romanos, lo que les permitía sumar, restar, multiplicar y dividir.

Desde el año 3.000 a.C. es que se registran antecedentes del uso de las matemáticas por los babilonios. Estos usaron un sistema de base sexagesimal, es decir, que su base es 60. Los babilonios desarrollaron técnicas muy avanzadas para su época, que les permitieron resolver problemas complejos. Además, pudieron realizar las operaciones para encontrar las raíces positivas de ecuaciones de segundo grado, e incluso de algunas de tercer grado. También fueron capaces de desarrollar cálculos para operaciones básicas como adición y sustracción, además de establecer tablas para multiplicar y dividir.

Los babilonios dejaron registros de sus operaciones sobre tablillas de arcilla, que se han conservado en muchas mejores condiciones que los papiros egipcios. En la teoría y por los registros que existen, superan de forma gigantesca a los avances matemáticos egipcios.

Por su parte, los mesopotámicos dieron grandes pasos en el uso de fracciones, e incluso desarrollaron algoritmos y el cálculo de potencias y raíces.

Estudios revelan que una civilización india, conocidos como los Harappa, habían desarrollado un sistema de medición decimal antes del año 3.000 a.C. También desarrollaron un sistema donde podían realizar ángulos de 90 grados perfectamente para la construcción de sus viviendas.

Otro descubrimiento que puede datar del origen de las matemáticas, encontramos a las civilizaciones del Reino Unido, que en el año 3.000 a.C. utilizaron figuras geométricas para construir mega monumentos. Salto de la antigua matemática a una matemática con fundamentos.

El salto de las matemáticas de las antiguas civilizaciones a unas matemáticas más consistentes y con fundamentos, se comenzó a dar en Grecia, y comenzaron con Tales de Mileto en el siglo VI a.C. A pesar de que muchos de sus aportes a las matemáticas fueron encontrados en las antiguas civilizaciones, fue Tales quién los demostró de forma estudiosa. Lo mismo ocurrió con Pitágoras, que pocos años más tarde demostró el famoso teorema, a pesar de haberse encontrado ya pruebas de este en las antiguas civilizaciones.



 

Biografía Isaac Newton

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